Todos sabemos de la difícil situación del equipo, vemos la
falta de cojones entre algunos jugadores, vemos como se desmorona no solo
nuestro equipo, sino también nuestra pasión.
Todos tenemos al típico amigo gilipollas de Osasuna que se
ríe de nosotros por ser de un equipo que da pena ver jugar, nosotros como un
toro al rojo ya agachamos la cabeza y acometemos contra su equipo, que si no
tenéis ningún trofeo, que si qué asco dais…
La realidad es que ellos siguen fuera de descenso y nosotros
no.
A la mínima que podemos sacamos a relucir la recopa, pero es
que el Alavés también estuvo en competición europea, ahora en 2B…
Ayer los jugadores me dieron una puñalada que hirió mi
zaragocismo, no mortal, porque es inmortal y si el equipo desaparece se
mantendrá, es más, intentaría refundarlo si tuviera dinero,
Con este escrito indignado quiero pedir a los jugadores que
no quieran jugar que abandonen hoy mismo el equipo y que dejen paso a los chavales
de la casa, que ellos sienten los colores y querrán prosperar con ellos,
también hacer referencia al título de la entrada y recordar que el pasado es la
gloria, pero que en el presente no vale para nada hay que salir al campo luchar
con honor y si aun así se desciende que los aficionados podamos decir con
orgullo que somos aficionados del Real Zaragoza porque se haya combatido y se
haya demostrado que pudimos ser grandes pero no quisimos…
Solo me queda decir que, aunque el equipo parezca que sí,
Zaragoza y sus gentes siempre tendremos este cantico: “ ¡¡ZARAGOZA NUNCA SE
RINDE!!
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